Cuando los niños muerden todo, tienen audición selectiva, no le gustan los ruidos fuertes, tiene problemas de concentración, las luces brillantes le asustan o se tropiezan con frecuencia, puede ser una señal de una falta de integración sensorial.
¿Qué es la integración sensorial?
La integración sensorial es el proceso neurológico que nos permite recibir, procesar y organizar las sensaciones provenientes del cuerpo y del medio ambiente. Una adecuada integración sensorial es indispensable para la adquisición de habilidades complejas como escribir, dibujar, aprender y comunicarnos efectivamente.
La integración de las sensaciones es fundamental para el desarrollo socioemocional de tu pequeño; además de permitir que los impulsos internos y externos alcancen su destino rápidamente.
Desorden sensorial
La falta de integración sensorial (también conocida como desorden sensorial) desde pequeños puede interferir en las actividades diarias, de juego y escolares, así como su funcionamiento motor o con aprendizajes complejos.
Señales de desorden sensorial
- Dificultad para mantener la atención en una tarea
- Aumento o disminución de la sensibilidad a estímulos sensoriales
- Problemas de comportamiento
- Retraso del habla y el lenguaje
- Dificultades en la socialización e interacción
- Problemas de coordinación y relación motora
- Problemas de aprendizaje
- Dificultad para iniciar o completar trabajos escolares
- Problemas relacionados con la alimentación
- Parece torpe y descoordinado
- Se muestra muy movido, inquieto